sábado, octubre 23, 2004

Mi primera vez

Quizá no se razone, pero siempre sucede: la inexperiencia adjunta con incertidumbre terminan garantizando la resultante derrota de la planificación más quisquillosa.
Después de una planeación marcada por la cautela, la pasividad, la parsimonia y la temblorina, procedo a destrozar la virginidad de mi bitácora con la rudeza del salvaje amenazado. Así ha sido mi primera vez: todo un placer.

Cereza del pastel: hoy es mi cumpleaños.