Aznar el odiado.
Observando a detalle la comparecencia del señorón Aznar, la diferencia de talla política entre el antiguo presidente del gobierno español y sus interrogadores está quedando patente en la comisión. Los intentos, especialmente patéticos en el caso del portavoz de ERC, de acusar a Aznar de todo lo imaginable se toparon con un pequeño escollo: la verdad.Ante esto, parecía que lo sabíamos todo sobre la demonización de Aznar protagonizada por la izquierda española en estos últimos años. Pero la explosión de odio progresista que ha provocado susodicha comparecencia ha superado todas las previsiones. Desde aquello del «matón de la derecha» espetado por Alfonso Perales, significativos periodistas e intelectuales han obviado todo argumento en una orgía de descalificaciones personales, insultos e intolerancia con la que personas que presumen de liderazgo intelectual en España han perdido patéticamente los papeles.
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