martes, agosto 02, 2005

¡Bienvenido, pobre!



Desde hace dos semanas vivo -trabajo- en Seattle, la ciudad más importante del noroeste de los Estados Unidos de América (sorry, Portland). Hace precisamente doce días, aún con mentalidad de turista, me encuentro con un curioso reportaje (clásico de portada) de la influyente revista Forbes, en su versión en línea, el cual demarcaba las diez ciudades más 'sobrepreciadas' de este país.

De repente, al galope de la lectura ansiosa, el mismo reportaje me metió una zancadilla emocional: Seattle, esta gran chinampa sobre un algo escondido, es la ciudad que encabeza susodicha lista, bajo el simple criterio de relacionar el nivel de los salarios con el nivel del costo de vida (sí, esas triquiñuelas que saben barajear muy bien los economistas que se sienten demógrafos). Creo que los mismos editores de la afamada revista lo explican mejor:

"Still, if jobs are plentiful and incomes are rising, the real effect of increasing costs is small. But when prices go up, when employment is stagnant and when incomes are flat, well, that’s when things are overpriced".

Así me recibe esta ciudad, perla del Condado de King. Hemos de ser nosotros (comienzo a sentirme parte de una minoría) quienes suframos de tal brutalidad presupuestaria, pues al parecer, los únicos que se salvan son aquellos empleados distinguidos de las locales/mundiales Microsoft, Boeing, Amazon.com y Starbucks. Sin mayores disertaciones de corte pesimista agregadas, les paso el top ten al costo:
  1. Seattle
  2. New York City
  3. Portland
  4. Chicago
  5. San Jose
  6. Bergen-Passaic, N.J. {never heard of it}
  7. San Francisco
  8. Middlesex, N.J. {never heard of it neither and no wonderings}
  9. Denver
  10. Los Angeles