sábado, septiembre 17, 2005

Tiempo de Renovación


Como hemos observado en estos días, mucho se tiene que hacer en torno a la eficientización de la Organización de las Naciones Unidas. Considero que una primera generación de reformas al sistema multilateral deberá abarcar los siguientes tres temas:

  • Administración. La ONU y sus agencias especializadas deberán ser más transparentes, eficientes y rendidoras de cuentas, incluyendo múltiples auditorías sobre el uso que le da a su presupuesto.
  • Asistencia al desarrollo. Asegurarnos de que la ayuda internacional sea basada en los criterios de buena gobernabilidad y reformas para el progreso económico. Percatarse de que millones y millones de dólares no son suficientes sin la garantía de la libertad política, social y económica.
  • Consejo de Derechos Humanos. Tirar a la basura ese engendro llamado Comisión de Derechos Humanos y reemplazarla con un Consejo de Derechos Humanos, con membresía limitada (excluyendo tiranías como Cuba, Sudán e Irán, entre otros) y realmente comprometida con la promoción y respecto a las garantías básicas.

ADDENDUM: {sobre la espiral diálectica del veto}

With Washington jealously protecting the prerogatives of the Security Council, where it holds a veto, others chose to be equally jealous in protecting the prerogatives of the General Assembly, where the influence of poorer and weaker countries is greatest. And when Washington challenged the right of the secretary general to set specific development goals, others then contested his right to set standards for management or human rights. And so on. The final document offers little more than a fudge of feel-good phrases and pious wishes for future action that leave everyone off the hook from taking entirely practical actions that are needed right now. --Editorial aparecido en The New York Times.