Confinado (en cuello-blanco)

Good Bye, Lenin

Recientemente un miembro del gabinetazo del Presidente ruso Vladimir Putin cocoreó frente a la prensa la intención de por fin enterrar el cadáver cuasi embalsamado de Vladimir Lenin, conocido por todos como el fundador de ese Leviatán mala-onda llamado Unión Soviética. Esto conllevaría, en el marco de la lógica de la carambola, a clausurar de manera permanente el Mausoleo que se erigió en su honor desde las épocas previas al Sputnik, y porqué no, también retirar del Kremlin, de un solo jalón, las criptas de otros finísimos próceres del genocidio asistido como Nikita Jruschev, Leonid Brezhnev, Joseph Stalin y Yuri Andropov.

Las reacciones no se han hecho esperar. Un cineasta de trascendencia doméstica ha propuesto, bajo sobrio entendimiento de las memorias leninistas, enterrarlo junto a su madre en San Petersburgo {dividiría fama con Pedro el Grande}. Por su parte, el líder de los comunistas trasnochados acusa, mientras convierte un McNugget en bolo alimenticio, que la iniciativa es una provocación de muy mala educación. En adición, la presidenta del minipartido Unión Democrática propone sin desenfado que ya es hora de deshacerse de esa horrible momia, y si por ella fuera, que lo rumben desde ya a un pinche basurero.

Odiado por muchos y admirado por ______________(escriba su nombre en letra de molde), la verdad es que la presencia contigua del cadáver genera en el público un sentimiento compuesto: nostalgia más resignación. Eso sí, la reacción que más decibeles alcanzó fue la de la representante de la cámara de turismo moscovita, señalando que le 'enterrarían' el negocio si dejaran de percibir los cuantos-sean rublos de los morbosos visitantes que se generan en las taquillas del susodicho mausoleo.

Hoy corre el rumor que debido la falta de apoyo gubernamental {ilusos} se manifiesta en el casi nulo mantenimiento que se le da al muertito bolchevique; y corroborando el dato, quienes han tenido oportunidad de verlo vis á vis, cuentan que ya le salen unos puntitos y cositas medio feitas, como honguitos moraditos {guiúúú}, quizá sintomático de la prolongación epidérmica de la sífilis, enfermedad venérea que se sospecha fue la real causa de su petateo.

posted by Roberto A. Juarez-Garza @ 10:18:00 p.m.