martes, octubre 04, 2005

Octubre rojo

Para el pueblo ruso, el mes de octubre ha marcado algunos puntos álgidos de su violenta historia. El primero y más clásico es lo que trascendió como la revolución de octubre de 1917, cuando Lenin y sus secuaces se levantaron (con el argumento del Brest-Litovsk) contra los residuos de la dinastía de los Romanov, aunque más violentamente sobre la recién restaurada Duma y el gobierno de terciopelo a cargo de Kerensky.
Sin embargo, hay otros dos eventos que no podemos marginar de la historia rusa y que justamente cumplen hoy mismo un aniversario más. El primero y más importante, sucedió en 1957 cuando el gobierno de Kruschev logró colocar en órbita el primer satélite artificial (Спутник-1), tomando por sorpresa a la NASA y así, por primera vez demostrar y hacer sentir al pueblo soviético que los intentos de liderazgo internacional por fin les arrimaban las mieles del éxito y la supremacía mundial.
El otro es un punto diametralmente distinto en la historia bolchevique escrita en cirílico: un cuatro de octubre de 1993 se dio un momento climáctico en la crisis constitucional que llevaría al gobierno a reprimir las manifestaciones violentas pro-comunistas residuales, y así restaurar el poder estatal y refrendar la política de apertura promovida por aquel nomás-un-vodkita Boris Yeltsin.
¿Y ahora qué podremos esperar este octubre que corre? Una enmienda constitucional para que Vladimir Putin pueda ser reelegido una vez más, para que siga incrementando el tamaño del estado y persiguiendo empresarios, y consecuentemente alejarse aún más de ser aceptado como miembro de la OTAN (al menos podrá seguir haciendo pruebas militares con los chinos).

1 Comments:

At 8:31:00 a.m., Blogger Marco Bodegas y Christian Ehrlich said...

Én un número medio-reciente de Foreign Affairs explican bastante bien qué está pasando con Rusia y Putin. No se trata de un gobierno que busque destruir a la libre empresa, tratando de regresar al viejo comunismo.

Putin, creo yo, es demasiado inteligente para pensar en esta salida estilo one-way. Creo que tipo tiene en mente dos cosas: Consolidar al Estado como el ente principal de la nación Rusa, acostumbrada a seguir ciegamente los designios del poder. Acrecentando su imágen (de Putin) a tal grado de convertirlo en ícono de la Nueva (medio old fashion) Rusia.

Pero al mismo tiempo, poniendo en cintura a aquellos miembros de la IP que quieran salirse del guacaluvsky (léase el caso de la petrolera). Pero fortaleciendo a los empresarios que, siguiendo la mano del Estado, caminan con el poder (el caso de la industria aeronáutica es el ejemplo).

Un ejendro de Estado Semi-autoritario, no-democrático; pero que no abruma la moral pública y la conciencia social como el comunismo soviético. Un Estado cuasi-liberal, más cerca del ejemplo Pinochet que de Stalin.

Saludos.....(gracias por tus posts en worldtrends)

 

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