martes, noviembre 08, 2005

Por mi raza hablará el Piporro

Hace días sale a la luz un reportaje del periódico The Times del Reino Unido, que señala la UNAM es considerada la universidad número 95 entre las 100 primeras de todo el mundo. Valdría la pena apuntar algunas razones por las cuales no debemos estar orgullosos de tal distinción:
  • Si el desempeño institucional fuera directamente proporcional a la cantidad de alumnado, el promedio ponderado del azul y oro resulta por demás mediocre.
  • Se leyó en el periódico La Crónica que más del 80% de los alumnos de la UNAM son fósiles {alumnos que se gradúan un semestre o más tarde de lo que la duración normal de su carrera supone}.
  • Si hiciéramos una lista de las 1000 mejores universidades públicas del mundo, ¿En cuál sitio se encontraría la segunda mexicana en importancia? Cualquier respuesta denotaría el absurdo centralismo educativo de la educación superior en este país, donde las universidades de cada uno de los estados no figuran en ningún ramo profesional. Ni siquiera el poli, chingao. Esta bien que José Vasconcelos haya sabido leer a los griegos en tiempos revolucionarios, pero aceptemos su falta de visión a largo plazo. No hay otra aberración mayor a la educación superior en México que el famoso "en la UNAM hacemos más del 50% de la investigación que se hace en todo el país".
  • The Times no es ninguna autoridad para estar haciendo reportajes de este tipo. Si a esas vamos, tomemos en consideración la investigación que hizo el periódico Reforma sobre las universidades en la Ciudad de México, en el cual la susodicha no logra obtener siquiera el primer lugar global, dado su empate con el ITESM.
  • El asunto del pase automático sigue siendo un tema escabrozo para la rectoría de la máxima casa de estudios, pues no deja de ser un problema que avala la mediocridad y la discriminación hacia los estudiantes de provincia.

ADDENDUM

  • La "supremacía" de la UNAM no la autodenomina como un think tank mexicano, pues no trastoca la agenda nacional; es decir, por mucha investigación que se haga, los resultados arrojados no ponen nuevas cartas sobre la mesa. Por ejemplo, salvo los disparates de don Diego Valadés, no escuchamos con mucha frecuencia los resultados de los últimos estudios del Centro de Investigaciones Económicas de la UNAM, pero sí las recomendaciones salidas desde la redacción del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, o bien, del CIDAC de Luis Rubio.
  • Otro punto a considerar, sumamente debatible, es la disparidad entre lo que México le debe a la UNAM y lo que la UNAM le debe a México. Creo que México sale perdiendo.

2 Comments:

At 10:12:00 a.m., Blogger rené said...

Sí, a mi también se me hizo medio sospechosa la posición de la UNAM. Tampoco creo que sea ningún orgullo. En realidad no sabemos cuales fueron los criterios para calificar a las universidades. Pudieron ser tan ambiguos como "número de alumnos", "proyectos realizados", etc. Parece evidente que los resultados no se pasaron por el filtro "per alumni".

 
At 8:52:00 p.m., Blogger regiomontano said...

Otro punto a considerar, sumamente debatible, es la disparidad entre lo que México le debe a la UNAM y lo que la UNAM le debe a México. Creo que México sale perdiendo.

Creo que el sumamente debatible sale sobrando ;)

 

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